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Emoción mundial en el último adiós al papa Francisco: descansa en la basílica de Santa María la Mayor

El Vaticano despidió este sábado al primer papa argentino de la historia, Jorge Bergoglio, en un funeral multitudinario que reunió a más de 200.000 personas y líderes de todo el mundo.
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Redacción 7Paginas

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Con una ceremonia profundamente emotiva y cargada de simbolismo, el mundo le dio su adiós final al papa Francisco. Apenas una semana después de haber celebrado su última misa de Pascua, el pontífice fue sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, cumpliendo así su deseo de un funeral sencillo pero lleno de amor.

Desde la madrugada, centenares de miles de fieles —creyentes y no creyentes— se congregaron en la Plaza de San Pedro para despedirlo, soportando largas horas bajo el sol romano. «Llevo despierto desde las 3:30 am», relataba uno de los peregrinos voluntarios que colaboraban en la organización del histórico evento.

La misa fue oficiada por el cardenal Giovanni Battista Re, quien recordó al papa Francisco como el guía de una Iglesia abierta, cercana a los pobres, refugiados y marginados. «A la cultura del descarte, él respondía con la cultura de la fraternidad», destacó el cardenal ante una multitud que se mantuvo en silencio respetuoso y, en varios momentos, no pudo contener las lágrimas.

Un funeral histórico y una reunión de líderes mundiales

El sepelio no solo fue un evento religioso, sino también un encuentro de talla internacional. Entre los asistentes estuvieron Donald Trump, Volodímir Zelenski, Emmanuel Macron, los reyes de España, Javier Milei, Sergio Mattarella, Giorgia Meloni, Luiz Inácio Lula da Silva, Daniel Noboa, Luis Abinader y Xiomara Castro, entre otros dignatarios.

A pesar de la tensión política palpable —reflejada en el breve encuentro entre Trump y Zelenski dentro de la Basílica de San Pedro—, el Vaticano pidió que la jornada mantuviera el foco en la figura de Francisco, quien dedicó su vida a predicar la paz y la unidad.

Un recorrido por el corazón de Roma

Tras la misa, el cortejo fúnebre trasladó el féretro en un papamóvil abierto para que los fieles pudieran rendirle su último homenaje. Durante el trayecto, miles de personas lo acompañaron en su paso hacia la Basílica de Santa María la Mayor, donde se llevó a cabo su inhumación, siguiendo un rito sencillo pero solemne.

El féretro fue colocado en un nicho entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza, cubierto bajo una losa de mármol de Liguria, la tierra de donde proceden sus raíces familiares. En un gesto cargado de simbolismo, la ceremonia concluyó con el canto del Regina Caeli y la bendición final.

El legado de un papa que acercó la Iglesia a todos

Francisco, el pontífice que «vino del fin del mundo», cambió para siempre la percepción de la Iglesia católica, llevándola a las calles y acercándola a los más necesitados. Su funeral fue una representación viva de su mensaje: entre los dignatarios y líderes, también estuvieron presentes los marginados, los refugiados y los pobres, aquellos a quienes siempre les tendió la mano.

Hoy, bajo la piedra y el mármol de Roma, descansa Francisco, pero su legado de fraternidad, misericordia y esperanza seguirá vivo en el corazón del mundo.

Con información de Infobae

Redaccion de 7Paginas