Lo que comenzó como un sueño cargado de ilusiones, motores y trabajo, se convirtió con el paso del tiempo en un ícono del deporte motor nacional, creciendo no solo en infraestructura, sino también en historia, prestigio y, por sobre todo, en el corazón de los concordienses.
A lo largo de estas más de cinco décadas, el autódromo fue escenario de innumerables competencias, momentos inolvidables, triunfos, emociones y transformaciones. Cambió su sentido de giro, sumó curvas, chicanas, tribunas, boxes y muchas mejoras que lo posicionaron como una plaza destacada dentro del automovilismo argentino.
Pero su verdadera riqueza no está solo en sus instalaciones, sino en las personas que lo hicieron y lo hacen posible día a día: dirigentes, colaboradores, equipos técnicos, pilotos, voluntarios y familias enteras que con pasión y compromiso construyeron su presente y proyectan su futuro.
Hoy, el Autódromo Ciudad de Concordia no es solo un lugar para competir, sino también un punto de encuentro para disfrutar en familia, compartir experiencias, y vibrar juntos al ritmo de los motores.
En cada evento, el nombre de Concordia resuena a lo largo y ancho del país, llevando consigo el orgullo de una comunidad que mantiene vivo el espíritu del automovilismo.
Este 18 de mayo, celebramos no solo un aniversario más, sino el legado de un sueño que nació hace 56 años y que sigue más vivo que nunca.
Con información de prensa Autódromo de Concordia
Redacción de 7Paginas