“Estoy viviendo una pesadilla”. Con esa frase, Edgardo Kueider resume su situación actual desde el país vecino. El exsenador nacional por Entre Ríos y exfuncionario del gobierno de Gustavo Bordet habló por primera vez de manera directa con un medio de comunicación, luego de semanas de silencio tras la incautación de 250 mil dólares en Paraguay, y lo hizo con una mezcla de resignación e indignación.
Alojado actualmente en un dúplex modesto, sin lujos ni pileta, alejado del centro de Asunción, Kueider reconoció que ingresó a territorio paraguayo con una fuerte suma de dinero no declarada. “Sí, no hice la declaración jurada. Fue una falta, no un delito. Pero ese dinero no era mío”, afirmó.
El entrerriano sostiene que la plata tenía como destino operaciones comerciales legales en Paraguay, ajenas a su persona. “No hubo lavado porque no hay delito precedente. Además, si fuera un pago por la Ley Bases, ¿por qué lo traería a Paraguay cuando en Argentina estaba vigente un blanqueo que me hubiese evitado cualquier problema?”, se preguntó.
Amenazas y persecución política
Kueider fue enfático al vincular su situación judicial con su postura política en el Senado. Aseguró que desde que votó en contra de iniciativas impulsadas por el kirchnerismo empezó a recibir presiones, y que todo se intensificó cuando apoyó la Ley Bases impulsada por el gobierno de Javier Milei.
“El día que acompañé esa ley, esa misma noche me mandaron mensajes amenazantes diciendo que me iban a prender fuego la casa”, reveló. También recordó una frase del senador José Mayans, líder del bloque kirchnerista: “Ya vas a tener un problema judicial y ahí te quiero ver”.
“Yo vengo de un sector justicialista, fui vicegobernador de Bordet y siempre trabajé por Entre Ríos. Pero no voy a ser cómplice de leyes que no sirven a mi provincia, y eso me lo hicieron pagar caro”, agregó.
La relación con su exasesora
Consultado sobre Iara Guinsel Costa, la joven que lo acompañaba en el viaje y que también quedó bajo investigación, Kueider aclaró que tuvo un contrato con ella de solo cuatro meses en el Senado y que no era una empleada cercana. Según dijo, Costa tenía vínculos con inversores paraguayos y el dinero sería parte de operaciones que ella encabezaba.
“No era una empleada de confianza ni de planta. No tiene nada que ver con actividades ilícitas. La están usando para atacarme a mí”, señaló.
Allanamientos y causas en Argentina
La Justicia argentina, en particular la jueza Sandra Arroyo Salgado, lo investiga por presunto lavado de dinero y por su posible conexión con maniobras irregulares vinculadas a la empresa de seguridad Securitas. Sin embargo, Kueider insiste en que jamás fue mencionado en ese expediente hasta este episodio.
“Me allanaron más de 40 veces. Allanaron domicilios de mis hijos, de mi exmujer, de mis hermanos. Me bloquearon todas las cuentas, incluso las de mis hijos que son menores. A mi hija, que trabaja en la provincia, no le pagan el sueldo desde hace siete meses. Es un ensañamiento total”, denunció.
También negó haber hecho inversiones inmobiliarias en Paraguay, pese a que informes de inteligencia financiera indican movimientos sospechosos a su alrededor. “Nunca compré ni vendí departamentos. No tengo inversiones acá. Que aparezcan nombres en chats no significa que esté involucrado. ¿O acaso no existe el delito de usurpación de identidad?”, dijo.
Una sociedad dormida y una familia destruida
Sobre la empresa Betail S.A., indicó que fue una sociedad familiar para ayudar a un primo a regresar de España y abrir un criadero de pollos, idea que quedó trunca por la pandemia. “Solo se hizo una operación vinculada al alcohol en gel. Nada más. No se usó para nada ilegal”, aclaró.
Afectado emocionalmente, Kueider afirmó que la situación ya sobrepasó lo político y lo judicial. “Esto ya no es contra mí, es contra mi familia. A mis hijos los obligaron a irse de la casa donde vivían porque estaba en nombre de una sociedad que nada tiene que ver. Les embargaron todo. Esto es un show para desprestigiarme”, expresó con visible angustia.
¿Volver a Argentina?
Actualmente, Paraguay le ha negado la extradición solicitada por Argentina, pero Kueider asegura que no está huyendo. “Quiero volver. No veo a mis hijos desde que estoy acá porque tienen prohibido salir del país. No me niego a pagar por una infracción administrativa si corresponde, pero no voy a aceptar una condena sin pruebas. Lo único que pido es que se llegue a la verdad”, concluyó.
Con información de La Nacion
Redaccion de 7Paginas