Ignacio Arnao, padre del niño, relató a Elonce.com el angustiante episodio: “Fue todo de un momento a otro. Vivimos muchos nervios y no sabíamos qué hacer. Decidimos subirnos a la moto y dirigirnos directamente al cuartel de bomberos, que era lo más cercano”.
Al llegar, los voluntarios lo recibieron de inmediato y realizaron maniobras para desobstruir las vías respiratorias del bebé. Posteriormente, lo trasladaron al hospital San Antonio de Gualeguay, donde los médicos confirmaron que había sufrido una broncoaspiración.
“Nos brindaron mucha calma en medio del miedo. Es un agradecimiento eterno, porque siempre están dispuestos a lo que uno necesita”, expresó Ignacio, visiblemente aliviado.
Amaro permanece internado en observación, pero su estado es estable. “Estoy más calmo, ya pasó el momento de susto”, dijo su papá, quien no dejó de destacar la labor y compromiso de los bomberos que, una vez más, demostraron que su vocación salva vidas.