El delincuente, que tenía pedido de captura internacional y sobre quien pesaba una recompensa de tres millones de pesos, fue detenido el viernes mientras deambulaba por las calles de Bella Unión, ciudad ubicada frente a Monte Caseros. La Interpol notificó a las autoridades argentinas y ya comenzaron los trámites de extradición.
Una banda desarticulada
El ataque de 2022 fue perpetrado por López Vielmo junto a su hermano Hilson, de 28 años, y Williams Dos Santos, todos residentes en Barra do Quaraí (Brasil), desde donde operaban para robar ganado en territorio argentino y trasladarlo a Brasil en embarcaciones por el río Uruguay.
La madrugada del hecho, los prefectos Walter Ramón Gómez, Daniel Eduardo Ojeda y Facundo Damián Cabral fueron emboscados con una lluvia de balas cuando detectaron los movimientos de la banda en el Miriñay. Los tres resultaron heridos de gravedad y debieron ser hospitalizados; dos de ellos fueron trasladados en avión sanitario a Buenos Aires por la complejidad de su estado.
Tras el ataque, los bandidos lograron escapar, pero la investigación tripartita entre autoridades argentinas, uruguayas y brasileñas permitió identificarlos rápidamente. En enero de 2023, Dos Santos fue abatido en un tiroteo con la Policía brasileña. En 2024, Hilson López Vielmo fue detenido en Brasil, y ahora su hermano cayó en Uruguay.
Sospechan que quería volver a delinquir
De acuerdo a fuentes policiales, López Vielmo fue encontrado moviéndose con total libertad en Bella Unión, lo que hace sospechar que tenía intenciones de volver a delinquir en territorio argentino.
La Justicia Federal argentina había fijado en septiembre de 2023 una recompensa millonaria por su paradero, aunque la cifra nunca fue actualizada.
Reclamos pendientes
En paralelo, el caso volvió a tomar estado público semanas atrás, cuando el exayudante de Prefectura Walter Ramón Gómez, quien quedó ciego tras el ataque, denunció junto a su familia haber sido abandonado por la fuerza para afrontar los costosos tratamientos médicos y psicológicos. Incluso radicaron una denuncia penal contra un jefe por el presunto desamparo institucional.
Con la detención de José Anderson López Vielmo, la banda que sembraba el terror entre productores ganaderos de la frontera quedó totalmente desarticulada, aunque el caso sigue abierto por las consecuencias humanas que dejó en las filas de Prefectura.