La jornada comenzó a las seis de la mañana, cuando una comisión policial emprendió el viaje hacia el norte de la provincia. En ese momento, al ser abordado por los medios, Laurta lanzó una frase que volvió a estremecer a todos:
“Todo fue por justicia”, dijo con tono firme mientras subía al móvil policial que lo trasladaría hacia Concordia.
Ya en destino, el centro de la ciudad se vio sacudido por el ruido de sirenas y el despliegue de seguridad. Al llegar a la Jefatura Departamental Concordia, y frente a la presencia de medios locales y nacionales, Laurta sorprendió nuevamente con otro mensaje cargado de simbolismo y desconcierto:
“Hay que venerarlo, es un mártir”, gritó al descender del vehículo policial, en lo que se presume fue una referencia al remisero Martín Palacios, víctima del brutal crimen que lo vincula directamente con la causa.
El operativo se desarrolló bajo estrictas medidas de seguridad, con un amplio cordón policial que cubrió calle Pellegrini, frente a la Plaza 25 de Mayo, donde se vivieron momentos de tensión por la presencia de curiosos y periodistas.
Laurta, que ya confesó los femicidios de su expareja y su exsuegra en Córdoba, será ahora imputado formalmente por el homicidio de Martín Palacios, un caso que conmociona a toda la región por su nivel de violencia y el desconcertante comportamiento del acusado, quien sigue sosteniendo que actuó “por justicia”.