Su historia trascendió el deporte y se volvió leyenda gracias a León Gieco, quien compuso el inolvidable chamamé “Cachito, campeón de Corrientes”, inspirado en la vida de este humilde boxeador de pueblo, símbolo de lucha, sacrificio y esperanza.
La canción de Gieco retrata con sensibilidad las desventuras de un púgil correntino explotado por un mánager inescrupuloso, que no solo no le pagaba su cachet, sino que lo dejaba librado a su suerte tras cada combate. En la letra, Cachito pelea sobre el ring mientras piensa en su madre y en su tierra natal, soñando con regresar.
En la vida real, el boxeador se hizo conocido por sus peleas callejeras, hasta que un amigo lo llevó al circuito del boxeo del interior. Su primera gran oportunidad fue en Santa Fe, donde un productor le organizó una pelea. Sin embargo, tras la derrota, el organizador huyó sin pagarle, y Cachito debió seguir combatiendo para poder juntar el dinero que le permitiera volver a su hogar.
Con el tiempo, se alejó del ring y se estableció en Merlo, donde vivió una vida sencilla y rodeado de afecto. Su nombre, sin embargo, quedó grabado para siempre en la memoria popular gracias a la voz de León Gieco y al cariño de quienes lo conocieron.
Hoy, el boxeo y la música argentina lloran la partida de un hombre que se convirtió en leyenda, un campeón del pueblo que nunca dejó de pelear.
Ctes Hoy