La situación se agrava en época estival, cuando miles de turistas eligen esta vía para viajar hacia Brasil. Las imágenes enviadas en las últimas horas por vecinos de esa zona a 7Paginas, muestran la magnitud del daño: pozos de gran profundidad, ondulaciones y áreas donde el asfalto prácticamente desapareció, obligando a maniobras bruscas que pueden terminar en siniestros.
Las condiciones no mejoran al ingresar a jurisdicción correntina. Tras cruzar el puesto caminero de San Jaime en dirección noroeste, el panorama es similar y la peligrosidad se mantiene, lo que refleja un abandono extendido en toda la traza.
Los intendentes de las localidades afectadas vienen manifestando su preocupación desde hace años. Han elevado reclamos formales a las autoridades nacionales, ya que la responsabilidad del mantenimiento recae en la Nación y no en la provincia. Sin embargo, las respuestas han sido escasas y el deterioro continúa avanzando.
En este contexto, se insiste en que, mientras se espera una reparación integral, es imprescindible reforzar la señalización para advertir a los conductores sobre el mal estado de la ruta. Una medida mínima pero urgente para reducir los riesgos y prevenir accidentes en uno de los corredores más transitados del nordeste entrerriano.