Se trata de la fiesta de egresados de la Escuela Normal de Gualeguaychú, que se realizó en el salón de eventos de Fest Room, actualmente concesionado a una empresa privada.
Una nueva fiesta de egresados en Entre Ríos terminó con una estafa del servicio de catering, por una empresa que no cumplió con el contrato, tal como se produjo días atrás en Paraná.
Una situación similar se dio en un evento en Gualeguaychú, donde la tarjeta tenía un valor de 39.000 pesos y terminaron cocinando los padres para 700 personas.
«Ver llorar a nuestros hijos por la fiesta fue muy feo», dijo una de las madres, mortificada. Acusan a los dueños del servicio de «no dar la cara». Tuvieron que cocinar los padres.
Se trata de la fiesta de egresados de la Escuela Normal de Gualeguaychú, que se realizó en el salón de eventos de Fest Room, actualmente concesionado a una empresa privada. El contrato fue con Melisa Bohl, de Enova, indicó Juliana Bellagamba, madre de un egresado, en su perfil de Facebook.
Juliana además habló con medios locales y precisó que “fue todo improvisación, desorganización, no tenían el listado de personas, había una cola impresionante, logré entrar a las 11 de la noche, a las 12 seguía entrando gente y seguían armando mesas con tablones”.
Y agregó que: “Bebidas había, pero no para comer. Fue una desilusión, había gente mayor, niños, se acercaban a la cocina para pedir algo de comida, salieron a comprar comida a un carrito. Otros padres se pusieron a cocinar a la una de la mañana y luego repartían. Desastroso. Pedíamos que la organizadora diera la cara, los mozos no tenían nada que ver. Nunca nos imaginamos una situación así”, detalló.
Y indicó: “Los chicos dejaron todo por esa fiesta, inclusive sacrificaron $2.000.000 para pagar el impuesto de la música, que tenían previsto para una despedida. Avisó dos días antes. Ver llorar a nuestros hijos por la fiesta fue muy feo. Al valor de la tarjeta debemos sumar los gastos de ropa y demás”, destacó.
Según relató, no brindaron el servicio de comida contratado. “Yo comí recalentada con pan duro, logramos rescatar algo porque mi hermana lo buscó. Logré picotear algo, hay gente que no comió nada. Se veían las hamburguesas negras. Lo poco que había estaba en pésimas condiciones”, aseguró.
“Me dijeron que fue más gente de la que correspondía. No entiendo eso”, añadió.
Y contó que: “El salón es hermoso, una belleza, la música excelente. Pero el servicio de catering lamentable. No se respetó el horario de ingreso, ni de las comidas”.
Además aseveró: “Eran muy pocos mozos, no sé si llegaban a 10. Había poca gente para barra, poca para cocina y poca gente para mozos. Ellos daban la cara, cosa que la responsable no hizo, y ella estaba ahí”.
“Los padres nos vamos a juntar, queremos prevenir a la gente que estaban a un paso de firmar contrato con la misma persona. Y gente que ya firmó está con una incógnita”, concluyó.
