En los últimos días, la municipalidad de Concordia ha puesto sobre la mesa el pedido de demolición de uno de los kioscos de diarios y revistas más emblemáticos de la ciudad, un paso que podría generar un revuelo innecesario si no se toma en cuenta el potencial de reconversión y la posibilidad de transformar estos espacios en verdaderos motores de desarrollo social y económico para la comunidad.
Cabe destacar que existe un expediente, el número 1347820, que plantea la reconversión productiva de otro kiosco en un punto estratégico de la ciudad. Este proyecto, que fue habilitado por la gestión anterior y avanzado hasta el final de 2023, ha estado a la espera de nuevas habilitaciones, las cuales lamentablemente vencieron a finales del año pasado. Sin embargo, es importante señalar que esta no es una oportunidad perdida, sino más bien una ventana abierta para reactivar y revitalizar estos proyectos.
Desde septiembre, el expediente ha estado transitando por diversas oficinas de la municipalidad, si bien el proceso se ha visto demorado, ya que a principios de 2024 se planteó el tema en el honorable concejo deliberante, lo positivo es que sigue vigente y tiene el respaldo de los vecinos y trabajadores autogestionados, lo cual es un indicio de que hay una oportunidad para retomar este camino y poner en marcha una iniciativa que beneficie directamente a los vecinos y a la comunidad en su conjunto.
Este proyecto de reconversión no solo apunta a modernizar un kiosco, sino a otorgarle un rol socialmente responsable. La idea es que estos espacios no solo sigan siendo puntos de venta, sino que se conviertan en lugares de encuentro, integración y apoyo a los vecinos de la ciudad, contribuyendo de forma activa al tejido social y económico local.
Es cierto que este tipo de iniciativas requieren paciencia y trabajo en conjunto entre los diferentes actores del municipio y la comunidad. Pero el camino hacia la reconversión productiva es una oportunidad para demostrar que es posible encontrar soluciones innovadoras que beneficien a todos. La clave está en que tanto la nueva gestión como los trabajadores autogestionados, que son los verdaderos protagonistas de estos proyectos, se den la oportunidad de dialogar, colaborar y encontrar soluciones que respeten las necesidades de los emprendimientos locales y el bienestar de la ciudad.
Lo que está en juego es mucho más que un simple kiosco: es la posibilidad de que los espacios públicos de Concordia sean transformados en motores de desarrollo, en lugares donde se combine el crecimiento económico con el compromiso social. Aún estamos a tiempo de que esta gestión municipal decida apostar por la reconversión y modernización de estos proyectos, y no caer en la tentación de la demolición sin un plan alternativo claro.
Este es un momento crucial para decidir el futuro de los pequeños emprendimientos autogestionados de Concordia. La clave estará en que tanto las autoridades municipales como los trabajadores y emprendedores locales se unan para dar un paso hacia adelante, en beneficio de todos. Si se logra encontrar un punto de encuentro, este proyecto puede ser un ejemplo a seguir para otras iniciativas que busquen fortalecer el tejido social y económico de la ciudad.
Por Facundo Pizzini
RR.PP.
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