El logro de Claudia no es solo un título más en lo personal: representa la concreción de un sueño forjado con constancia y sacrificio. Es también un mensaje claro a la juventud: que, con compromiso y perseverancia, sí se puede alcanzar cualquier objetivo.
Actualmente, Kinderknegt ejerce como concejal en Puerto Yeruá, localidad que lleva profundamente en el corazón y que, según ella misma expresa, la inspiró a formarse en el área del turismo. Su amor por su pueblo, su gente y el potencial de desarrollo local la impulsaron a abrazar tanto la educación como herramienta de transformación como el turismo como motor de crecimiento.
“El desarrollo comienza con formación y vocación de servicio”, sostiene, convencida de que una comunidad puede crecer si quienes la habitan apuestan a capacitarse y trabajar con compromiso por el bien común.
Claudia también deja en claro que el camino no fue sencillo. Estudiar implicó muchas veces dejar de lado momentos personales, adaptarse a desafíos y mantenerse firme en sus objetivos. Sin embargo, hoy su historia es un testimonio motivador para otros jóvenes que, como ella, sueñan con un futuro mejor.
A través de su ejemplo, envía un mensaje a los jóvenes de Puerto Yeruá y de toda la región: “La educación transforma vidas y abre puertas. Cada paso hacia el conocimiento es una semilla que dará frutos, no solo para quien la siembra, sino para toda la comunidad”.
Con humildad y gratitud, Claudia comparte su logro con quienes la apoyaron y reafirma su compromiso de seguir trabajando por su pueblo. Su historia demuestra que cuando hay pasión, entrega y amor por lo que se hace, no hay meta que no se pueda alcanzar.
Por Adolfo Barrios
Redacción de 7Paginas
