En la misiva, los ex socios expresan su preocupación por el deterioro de las instalaciones y la falta de gestión que amenaza con poner fin a una de las instituciones más emblemáticas de Concordia.
Infraestructura en crisis
El documento detalla el lamentable estado de los baños y duchas, en condiciones indignas para quienes aún practican deportes en el club. La pileta climatizada, otrora orgullo del Regatas, permanece cubierta por agua estancada tras inundaciones pasadas, generando un foco de mosquitos y alimañas.
La torre de control histórica, testigo del paso del famoso hidroavión que unía Concordia con Buenos Aires, se encuentra abandonada, y los espacios sociales como el buffet y las habitaciones del club se han transformado en depósitos olvidados.
Falta de vida institucional
Desde 2009, no se realizan elecciones transparentes y los socios desconocen quién es el presidente en funciones. Esta carencia de dirección democrática ha contribuido al deterioro y a la pérdida de identidad del club.
Patrimonio deportivo y social
El Club Regatas Concordia fue cuna de grandes deportistas, como Javier Busch y Guillermo Pérez, integrantes de la Selección Nacional de Remo, así como de la familia Garaycoechea en Canotaje. Además, fue escenario de la visita de Alberto Demiddi, campeón olímpico, y en su historia también sirvió como refugio para inmigrantes, cumpliendo un rol social y familiar en épocas pasadas.
Un llamado a la acción
Los ex socios instan a los actuales responsables a convocar elecciones democráticas, a los ex miembros a recuperar su sentido de pertenencia, y a la comunidad en general a proteger este patrimonio histórico, cultural y deportivo.
“El Club Regatas Concordia es más que un predio: es historia, es deporte, es familia. Y no vamos a resignarnos a verlo morir en el abandono”, concluyen los firmantes.
Redaccion de 7Paginas