El padre Arévalo había informado días atrás que el comedor se veía obligado a suspender la entrega de comidas debido a que finalizaron las partidas enviadas por el gobierno nacional, que sostenían el servicio de lunes a viernes. La noticia encendió rápidamente las alarmas y movilizó a vecinos y colaboradores que se propusieron juntar recursos para que las familias más vulnerables de este sector —uno de los más castigados de la ciudad, catalogada entre las más pobres del país— puedan seguir recibiendo un plato de comida caliente.
Gracias a esta movilización, este lunes el comedor volvió a abrir sus puertas. Según supo 7Paginas, se entregaron 14 kilos de carne picada y 34 piezas de pata-muslo de pollo, lo que permitió preparar las raciones. Sin embargo, el stock disponible solo garantiza el servicio hasta el próximo viernes.
El grupo de personas que impulsó esta acción solidaria es el mismo que habitualmente colabora con el comedor que funciona los días sábados, servicio que seguirá activo mientras se aguarda una respuesta oficial para restablecer el comedor diario.
El mensaje del párroco
En su comunicado inicial, Arévalo destacó, “La interrupción del comedor comunitario, que funciona de lunes a viernes desde hace tanto tiempo y que tanto valoramos para los hermanos de nuestros barrios aquí en la zona sur, no fue una decisión nuestra. Se debe a la finalización del convenio con el programa nacional que lo financiaba. Estamos a la espera de firmar el próximo convenio para poder continuar con el servicio como lo venimos haciendo”.
El sacerdote pidió también el acompañamiento espiritual de la comunidad, “Quiero que nos acompañen con su oración para que Dios, con su amor y su providencia, nos siga sosteniendo”.
Mientras tanto, la continuidad del comedor diario depende de que se concrete el nuevo convenio con Nación o que se sumen más aportes solidarios que permitan sostenerlo sin interrupciones.