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¿El fin de los hombres? Un robot sexual con miembro biónico de 30 cm causa furor y alarma en el mundo

Los avances tecnológicos no dejan de sorprendernos, pero este nuevo invento parece haber ido un paso más allá: se trata de un robot sexual con un miembro biónico de 30 centímetros, diseñado no solo para el placer físico, sino también para ofrecer compañía emocional. Y según algunos expertos… podría estar a punto de reemplazar a los varones.
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Redacción 7Paginas

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La noticia generó una fuerte repercusión en redes sociales y medios internacionales, luego de que la reconocida experta en sexualidad, la Dra. Karley Sciortino, compartiera en su canal de YouTube su experiencia íntima con uno de estos robots. “Puede cocinarte, cantarte un poema, dormir de cucharita y hasta mantener una charla post-coital como cualquier pareja… o incluso mejor”, afirmó.

Estos robots, creados por la empresa Realbotix, ofrecen una experiencia hiperrealista, con opciones de personalización tan detalladas como el tono de voz, color de ojos, personalidad y, por supuesto, el tamaño y color del miembro. Matt McMullen, CEO de la compañía, aseguró que “el miembro biónico no tiene comparación con un vibrador tradicional. Las posibilidades son infinitas”.

Los modelos más avanzados incluso pueden conectarse a una app para programar rutinas románticas, conversaciones e interacciones físicas. “Tu hombre ideal ya no vive en tu imaginación, vive en un robot que podés tener en tu casa”, sostienen desde Realdoll, otra empresa que ya incursiona en el mercado.

Eso sí, no todo el mundo podrá acceder a esta tecnología: el precio ronda los 35 mil euros en Europa y se espera que llegue a América en 2025 por unos 40 mil dólares. Además, algunos especialistas ya advierten sobre el riesgo de adicción emocional o aislamiento social entre las usuarias.

¿El futuro nos alcanzó? ¿Estamos frente a un nuevo paradigma en las relaciones humanas o ante una amenaza robótica disfrazada de galán? Lo cierto es que la frase «el fin se acerca» suena cada vez menos a ciencia ficción… y más a realidad.

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