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El peronismo hizo la peor elección de la última década en Entre Ríos

La jornada electoral de este domingo dejó un saldo histórico: el Partido Justicialista (PJ) sufrió su peor derrota en diez años y la primera tras perder el poder en la provincia luego de dos décadas de hegemonía. Con una diferencia de 18 puntos a favor de la Alianza La Libertad Avanza (ALLA), liderada en Entre Ríos por el gobernador Rogelio Frigerio, el mapa político provincial se tiñó de violeta.
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Redacción 7Paginas

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La lista del PJ, encabezada por Adán Bahl y Guillermo Michel, no logró resistir el avance libertario, en una contienda que, pese a la crisis económica y las tensiones sociales, consolidó el apoyo de los entrerrianos al rumbo nacional y provincial. En esta elección, el oficialismo libertario obtuvo una contundente victoria que incluso superó la marca de Juntos por Entre Ríos en 2021.

Un resultado histórico y una derrota sin atenuantes

En la categoría Senadores, el PJ con Bahl alcanzó 271.818 votos (35,6%), mientras que en Diputados, la lista de Michel llegó a 243.884 (34,3%). En contraposición, ALLA, con Andrés Laumann como primer candidato a diputado y el respaldo directo del gobernador Frigerio y del presidente Javier Milei, obtuvo el 52,9% de los sufragios.

El resultado dejó a Bahl como senador por la minoría, mientras que Michel y Marianela Marclay ocuparán bancas en la Cámara de Diputados. En tanto, la coalición oficialista se quedó con dos senadores libertarios (Joaquín Benegas Lynch y Romina Almeida) y tres diputados nacionales.

Se trata de una derrota más profunda que la de 2021, cuando el peronismo –con Enrique Cresto y Carolina Gaillard– había obtenido un 31,6% frente al 54,6% de Frigerio. Esta vez, ni siquiera los sectores que se escindieron del PJ pudieron amortiguar la caída.

Un peronismo fragmentado y sin conducción clara

La crisis interna del justicialismo fue determinante. Por primera vez en veinte años, el armado de listas no se definió en la Casa Gris, y la falta de consenso derivó en una dispersión del voto. Cuatro listas quedaron en el camino y solo una llegó a oficializarse.

A eso se sumó el surgimiento de alternativas “por fuera” del PJ: Héctor Maya, candidato a senador por el Partido Socialista, y Gustavo Guzmán, candidato a diputado, intentaron capitalizar el descontento interno, pero apenas alcanzaron un 3,6% cada uno. También Carolina Gaillard, con el sello Ahora 503, consiguió un resultado similar.

Sin embargo, incluso sumando todos esos votos al PJ, la derrota seguiría siendo contundente: la diferencia apenas se reduciría a 11 o 12 puntos.

De la hegemonía a la reconstrucción

El contraste con los años de gobierno justicialista es evidente. En 2015, Julio Solanas alcanzaba el 42,3%; en 2017, Juan José Bahillo obtenía el 37,9%; en 2019, Marcelo Casaretto rozaba el empate con Gabriela Lena; y en 2023, Gustavo Bordet se imponía con 39,8%, aún con el surgimiento del fenómeno libertario.

El 2025, en cambio, marca un punto de inflexión: el peronismo quedó fuera del poder nacional y provincial, sin liderazgo unificado y sin un proyecto que conecte con la sociedad entrerriana.

Hacia 2027: barajar y dar de nuevo

La contundente derrota obliga al peronismo entrerriano a replantear su estrategia y su conducción. Las sanciones internas a quienes compitieron por fuera del partido son una posibilidad, aunque la realidad electoral parece demostrar que la fragmentación no fue la única causa del fracaso.

En el horizonte, se abre el debate sobre una renovación generacional y la necesidad de construir una nueva mesa de unidad que recupere la identidad y la representación social que el justicialismo supo tener.

Mientras tanto, la ola violeta impone su sello en la política entrerriana, con un Rogelio Frigerio fortalecido en la provincia y un peronismo debilitado, que deberá reinventarse si quiere volver a ser competitivo de cara a 2027.

Con información de Pagina Política