José Albornoz, uno de los organizadores, explicó a 7Paginas que se trata de una modalidad recreativa denominada Enduritos Recreativos, donde “cualquier persona puede subirse a la moto y recorrer caminos rurales, atravesar obstáculos y disfrutar de la naturaleza. No es una competencia, sino un paseo en grupo, similar a salir a trotar o andar en bicicleta”.
El circuito está marcado para garantizar la seguridad de los participantes, muchos de los cuales llegan de Misiones, Corrientes, Buenos Aires, Paraná, Concepción del Uruguay y otras localidades. Este año, los recorridos se desarrollarán en los montes de Manasco, con eucaliptales y terrenos arenosos, y en un Super Prime armado bajo el puente de la Jui, junto a la Arca del Remir.
El evento admite motos de todas las cilindradas, desde 110 hasta modelos como la XR600 de 1994. Albornoz destacó la importancia de la protección de los pilotos, quienes deben contar con casco, botas y pechera. Además, la comunidad de Enduro Mesopotámica fomenta la solidaridad: aquellos que renuevan su equipo donan botas, pecheras y cascos a los nuevos participantes.
El impacto de la travesía trasciende lo deportivo. Con visitantes de varias provincias, el evento genera ocupación de hospedajes, restaurantes y comercios, además de incentivar paseos turísticos en San Carlos y la Costanera de Concordia. “Para la ciudad es un buen evento. Trae mucha gente de afuera que recorre y aprovecha todo”, señaló Albornoz.
Embarrados Concordia, que celebra su cuarta edición, no solo es una cita de adrenalina y motociclismo, sino también un motor de turismo y un punto de encuentro para la comunidad de enduro de la región. La combinación de deporte, recreación y turismo convierte a la travesía en una propuesta imperdible para Concordia y sus alrededores.
Redaccion de 7Paginas