“Concordia está enojada. Una ciudad con vocación de poder ha quedado marginada de la estructura política, y en alguna medida eso es una ofensa”, señaló Maya, al tiempo que recordó su trayectoria vinculada con la ciudad: “He luchado por Salto Grande y por la Ley Maya, que trajo más de mil obras al departamento. Para mí es un gran desafío llegar a la esperanza de la gente y ganarme la confianza de Concordia”.
En su análisis, sostuvo que el descontento trasciende lo partidario: “El enojo de la ciudadanía no está limitado al peronismo, está avanzando sobre toda la sociedad que ve la crueldad de la política nacional y la pérdida del perfil humano. La situación de los discapacitados o los enfermos es lo último que deberíamos tolerar”.
Maya remarcó también la necesidad de recuperar el rol de Salto Grande como “pulmón financiero para el desarrollo” y cuestionó la falta de beneficios que recibe la región: “Debemos evitar que la Nación siga robando lo que pertenece a los entrerrianos”.
Finalmente, el candidato manifestó confianza en que el voto concordiense será decisivo en la elección: “El ciudadano de Concordia será quien defina esta elección. Hay enojo, desocupación y salarios que no alcanzan, y es en ese escenario donde mi propuesta tendrá un fuerte apoyo”.