El detonante fue la difusión de un mensaje que hacía referencia a una supuesta sobredosis sufrida por uno de los jóvenes radicales que había resultado electo el pasado domingo en los comicios internos de la Juventud Radical. Sin embargo, el tono del mensaje y la insistencia en remarcar que el joven pertenece al sector liderado por Emilio Vago, dejaron entrever una clara intención política detrás de la publicación, lo que generó el repudio inmediato de ese espacio.
Vago, quien fue una de las figuras centrales del proceso electoral al encabezar el armado de listas tanto en Juventud como en Mayores —y quien salió fortalecido tras los resultados—, fue el blanco directo de esta campaña sucia, lo que generó una fuerte reacción de su sector, que acusó directamente a referentes ligados a Carlos Cecco, otro histórico dirigente radical.
Según indicaron, el hecho de que la información personal y médica del joven haya salido a la luz pública refuerza las sospechas de que fue filtrada desde el Hospital San José, donde fue internado, y cuya conducción está alineada con el sector de Cecco.
Lejos de quedar en el ámbito local, la mala intención y el juego sucio escalaron hasta medios provinciales, lo que terminó por profundizar la grieta en el radicalismo federaense. Desde el espacio de Vago señalan que “alguien desde Federación se encargó de que la información llegara a medios de Paraná”, con el claro objetivo de dañar políticamente a su referente.
Este lamentable episodio llega justo después de que, tras las elecciones internas del domingo, distintos sectores del partido hablaran de la necesidad de consensuar y trabajar unidos de cara al 2027. Sin embargo, esa voluntad pareció diluirse rápidamente, dando paso nuevamente al fantasma de la traición, tan presente en la historia interna del partido.
Lo ocurrido deja al descubierto que, más allá de los discursos públicos de unidad, la UCR local atraviesa una interna feroz, donde los golpes bajos y las miserias humanas parecen tener más peso que los ideales partidarios.
Desde varios sectores ya se exige una profunda reflexión y un urgente llamado al respeto mutuo para evitar que el radicalismo termine dinamitando su propio camino hacia el futuro.
Redacción de 7Paginas