El fraile, que viste desde hace más de 70 años el humilde hábito marrón de su orden, se convirtió en cardenal en 2023 por decisión del propio Francisco, un reconocimiento que lo tomó totalmente por sorpresa. “Pero, ¡qué va a ser, mi ángel! No, por favor. Nunca lo hubiera esperado”, expresó con la sencillez que lo caracteriza.
Un vínculo profundo con Francisco
La relación entre Dri y Jorge Mario Bergoglio comenzó décadas atrás. “Él venía muchas veces y, cuando pedía confesarse, yo lo atendía”, contó en una entrevista concedida a LA NACIÓN en 2023. El actual Papa encontraba en Dri un confesor confiable y sabio, que incluso lo ayudaba a resolver inquietudes personales. “Yo iba a ver a Bergoglio cuando tenía mis rayes. Él me recibía a cualquier hora y con dos palabras me clarificaba todas mis dudas”.
Dri recuerda con emoción el momento en que se enteró de la elección de Bergoglio como Papa, el 13 de marzo de 2013. “Estaba confesando en el templo. Escuché la campana y salí enseguida. Pregunté: ‘¿Quién es?’. Me dijeron: ‘No sé, pero hay humo blanco’. Dejé todo y me fui a ver. Cuando lo vi me desarmé”.
“Perdoné demasiado”
Francisco ha mencionado públicamente a Dri en varias oportunidades, destacando su enorme capacidad para brindar misericordia en el confesionario. “Una vez me dijo: ‘Te pido ayuda, porque a veces me viene el escrúpulo de haber perdonado demasiado’. Le pregunté qué hacía cuando sentía eso y me dijo: ‘Voy al sagrario y le digo a Jesús: ‘Perdóname porque perdoné demasiado. ¡Pero fuiste vos quien me diste el mal ejemplo!’”.
Un cardenal sencillo
A pesar de su título, el entorno de Dri sigue siendo el mismo: una pequeña sala con paredes desgastadas, una mesa de madera y un cartel de cartulina que dice “Confesiones”. El anillo dorado que lo identifica como cardenal apenas contrasta con su humildad.
Luis Dri nunca imaginó que llegaría tan lejos. No tiene títulos académicos en teología, pero sí una vida entera dedicada a la fe, a los jóvenes seminaristas y al pueblo. “La vida me fue enseñando todo lo que sé. Pero nunca hubiera pensado que me iban a elegir, si yo soy un tipo de campo”, aseguró con humildad.
Hoy, desde su lugar en el Santuario de Pompeya, este fraile federaense sigue siendo ejemplo de vocación, sencillez y entrega, llevando consigo un legado de fe que ya forma parte de la historia grande de la Iglesia.
Con informacion de La Nacion
Redaccion de 7Paginas