Las actividades comenzaron a las 9 de la mañana con el arribo de las comunidades parroquiales. La misa central fue presidida por el obispo, monseñor Gustavo Zurbriggen, y concelebrada por todo el clero de la diócesis, en un clima de profunda espiritualidad.
Este multitudinario evento religioso se suma a la peregrinación a pie al santuario diocesano realizada a fines de agosto, otra expresión de devoción hacia la patrona.
Como es tradición, al finalizar la misa los fieles partieron en procesión llevando la imagen de la Virgen hasta el templo parroquial. Posteriormente, el encuentro continuó en Playa Baly con el festival del peregrino, que incluyó una cantata, presentaciones de ballets y grupos musicales. También se rezó el rosario tanto en el templo como en la playa.
Cabe destacar la participación de la Policía de Entre Ríos, que acompañó la procesión y dispuso un operativo de seguridad en el anfiteatro, garantizando el normal desarrollo de la celebración, que se realizó sin inconvenientes.
La fiesta patronal volvió a mostrar la fuerza de la fe y la unión de toda la diócesis, consolidándose como una de las manifestaciones religiosas más importantes de la región.
Redacción de 7Paginas