La celebración, que es una de las más importantes de la Iglesia Católica en la ciudad, incluyó misas, caminatas y, por primera vez, la llegada de un grupo de 60 jinetes de la zona que participaron a caballo. Desde temprano, el barrio se colmó de vecinos y devotos que llegaron a pie, en vehículo o montados, en un clima de respeto, emoción y gratitud.
La organización fue destacada por los asistentes, ya que, a pesar de la masiva convocatoria, no se registraron incidentes o amontonamientos. Según pudo saber 7Paginas, este año se duplicó la cantidad de puestos de venta de comidas y otros artículos, pasando de 150 a más de 300, sin contar a los vendedores ambulantes que se instalaron en las inmediaciones.
Uno de los datos más significativos que dejó la jornada fue la gran cantidad de personas que asistieron especialmente para pedir trabajo, un reflejo de la difícil situación económica que atraviesa el país y que golpea con fuerza a Concordia, considerada una de las ciudades más pobres de la Argentina.
La festividad de San Cayetano volvió a mostrar que la devoción y la esperanza se mantienen intactas, incluso en tiempos de incertidumbre.
Redaccion de 7Paginas