Según lo dispuesto, las escuelas deberán permanecer abiertas y funcionar con normalidad, garantizando tanto el dictado de clases como el servicio de comedores escolares. No obstante, no se computarán inasistencias en los casos en que madres, padres o tutores legales decidan no enviar a sus hijos a clases por las condiciones climáticas.
Desde el CGE remarcaron que “los establecimientos educativos deberán cumplir su labor de manera normal y habitual, adoptando las medidas necesarias para afrontar esta situación”, destacando que la decisión busca proteger a niños y jóvenes ante riesgos por enfermedades respiratorias o exposición al frío extremo.
A su vez, se informó que cada dirección departamental de escuelas, junto con los equipos supervisivos y las instituciones, deberá elaborar planes de acción adaptados a la realidad de cada zona, con el fin de mitigar el impacto del frío y sostener el vínculo pedagógico.
También se pondrán en funcionamiento canales de comunicación directa para evacuar dudas, atender consultas o resolver situaciones imprevistas que puedan surgir durante la vigencia de esta medida, prevista para el mes de julio.
Finalmente, se instó a las familias a no enviar a los estudiantes si presentan síntomas de gripe u otras enfermedades respiratorias, y a que aquellos que sí concurran lo hagan con vestimenta adecuada para afrontar las bajas temperaturas.
La medida forma parte del compromiso del gobierno provincial de garantizar el derecho a la educación en un entorno seguro y cuidado, especialmente durante el periodo más riguroso del invierno.
Con informacion del CGE
Redaccion de 7Paginas