La sanción, dispuesta mediante el Decreto N° 2.544 del Poder Ejecutivo provincial, establece una suspensión de 30 días sin goce de haberes para el profesional, que actualmente se desempeña en el Hospital Delicia Concepción Masvernat de Concordia.
El hecho tuvo lugar en marzo de 2021, cuando Badaracco —entonces director del Centro de Salud “Martina B. de Caminal”— ordenó a una médica detener la aplicación del protocolo de IVE, permitiendo únicamente continuar con la instancia de consejería. Según el decreto, esta orden “impidió la realización de IVE/ILE durante los meses de marzo a mayo de 2021”, lo que constituye una violación a la Ley 27.610, que garantiza el derecho al aborto legal en la Argentina.
Pronunciamiento de Pastores Unidos
A través de un extenso comunicado enviado a la redacción de 7Paginas, la APUC manifestó su solidaridad con el Dr. Badaracco y con todos los profesionales de la salud que, guiados por sus “principios éticos, morales y espirituales”, deciden ejercer el derecho constitucional a la objeción de conciencia.
“El Dr. Badaracco ha decidido no participar de prácticas relacionadas con la interrupción del embarazo por razones profundamente ligadas a su conciencia y fe. Castigar a un profesional por mantenerse fiel a sus convicciones constituye un grave atropello a las libertades individuales”, señala el documento firmado por los pastores Daniel Ozuna, Darío David Buffet y Marcelo Ramón Miño.
Asimismo, la entidad religiosa consideró que la sanción “envía un mensaje intimidatorio hacia quienes pretendan ejercer su libertad de conciencia” y recordó que este derecho está amparado por la Constitución Nacional, los tratados internacionales de derechos humanos y la Ley 27.610, que reconoce la objeción de conciencia individual de los profesionales de la salud.
El comunicado también apeló a las autoridades provinciales y judiciales para que “reviertan una decisión injusta y arbitraria”, destacando que “la libertad de conciencia es un derecho inalienable en toda sociedad democrática”.
Finalmente, los pastores afirmaron que “Dios es el autor de la vida, y defenderla es un deber moral y espiritual”, citando el pasaje bíblico: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).