En diálogo con el medio Diario Río Uruguay, Paleico detalló que desde mayo se venía trabajando con un productor bajo un acuerdo que contemplaba “la limpieza de todo lo que era la invasión de acacia negra”, una especie exótica considerada invasora, que según indicó, afectaba tanto a los árboles nativos como al cerco perimetral del predio. “Los árboles estaban cayendo sobre el alambrado, lo voltearon y se nos escapaban los animales”, señaló.
La directora aseguró que el convenio se firmó dentro de un marco legal y estipulaba que el productor realizaría la limpieza a cambio de llevarse la madera aprovechable, sin ningún tipo de contraprestación económica por parte de la escuela. “En la escuela no tenemos plata para pagar la limpieza, se contrató a este señor que se ofreció a cambio de sacar la madera que a él le servía”, explicó.
Lo que pasó afuera
Paleico explicó que el conflicto surgió cuando el municipio denunció tala fuera del predio escolar. “Nosotros nos enteramos de lo que pasó afuera de la escuela este jueves, cuando se presentó un empleado municipal preguntando por la poda”, contó. Afirmó que le explicó que existía un convenio vigente, y le pidió ser notificada si intervenía la policía, aunque finalmente no fue avisada.
Al día siguiente, según relató, “ingresó todo el personal municipal a sacar madera con una supuesta orden del Fiscal, pero no me mostraron el papel”. Aclaró que no se opusieron al procedimiento, pero insistió: “Yo vi que estaban cortando afuera, pero eso no es potestad mía”.
La directora remarcó que el acuerdo con el productor establecía claramente que los trabajos debían realizarse “dentro del predio y en el horario de la escuela”, por lo que cualquier actividad fuera de esos límites “no está bajo mi jurisdicción”, aseguró.
Acciones posteriores
Frente a la situación, la escuela se presentó en la Fiscalía, donde, según indicó Paleico, “todavía no había nada” al momento de su visita. “Si el municipio tiene una orden judicial, a mí no me la mostraron”, dijo.
Sobre la comercialización de la madera, la directora explicó que “la escuela tiene accionar sobre sus propios recursos en virtud de lo producido”, y reiteró que “no hay plata de por medio”, sino que el servicio de limpieza se compensaba con el retiro de la madera.
Al conocerse los hechos, la escuela procedió a la desvinculación formal del productor. “Se hizo un convenio de desvinculación y se le prohibió el ingreso al predio”, indicó Paleico, aunque lamentó la actitud del municipio. “Llamó la atención la forma en la que actuó la municipalidad de Estancia Grande, porque tenemos buen diálogo”, expresó.
Finalmente, la directora aclaró que no sabe quién fue la persona que trabajó fuera del predio ni si utilizó instalaciones de la escuela para acceder a la zona en conflicto. “Si esta persona actuó de mala fe, no fue con el consentimiento de la institución. No estábamos informados de eso y seguramente fue fuera de horario”, concluyó.