La situación generó alarma y fuertes cuestionamientos a la conducción política de la fuerza, acusada de no activar protocolos de prevención ni ofrecer contención psicológica a sus integrantes.
En este contexto, el licenciado Héctor Olivera, especialista en salud mental y temas institucionales, brindó un análisis detallado sobre la problemática que enfrentan los efectivos.
“La falta de activación de los protocolos de prevención y protección ante una seguidilla de suicidios dentro de la fuerza es inaceptable”, advirtió Olivera, recordando que la Ley de Salud Mental obliga a brindar protección integral a quienes cumplen funciones de seguridad pública.
Factores que agravan la crisis
Entre las causas señaladas, el especialista mencionó:
Falta de contención y seguimiento psicológico: los funcionarios están expuestos permanentemente a hechos traumáticos, situaciones de violencia y estrés postraumático, sin recibir el acompañamiento profesional necesario.
Precariedad económica: los bajos salarios no alcanzan a cubrir la canasta básica, obligando a muchos agentes a buscar ingresos extra en actividades fuera del horario policial, lo que incrementa el agotamiento y la presión.
Ausencia de responsabilidad institucional: la falta de medidas preventivas puede acarrear consecuencias penales y civiles para las autoridades, por omitir acciones necesarias para salvaguardar la integridad de sus subordinados.
Propuestas urgentes para revertir la situación
Olivera sostuvo que es urgente implementar una batería de soluciones concretas:
Activar protocolos de prevención del suicidio, con atención psicológica permanente, seguimiento de casos sensibles y acompañamiento emocional.
Mejorar las condiciones laborales y salariales del personal policial, brindando estabilidad, seguridad y reconocimiento al trabajo que realizan.
Investigar cada hecho con seriedad y asumir responsabilidades institucionales, garantizando la transparencia y el aprendizaje ante cada tragedia.
Un llamado a la acción
La situación de los funcionarios policiales en Entre Ríos requiere atención urgente. El reciente intento de suicidio de la mujer policía no puede leerse como un caso aislado, sino como parte de una problemática estructural que atraviesa a toda la fuerza.
“El bienestar psicológico de quienes nos cuidan debe ser una prioridad del Estado”, concluyó Olivera, al tiempo que diversas voces del ámbito sindical y profesional exigen respuestas concretas, no solo declaraciones de compromiso.
Redaccion de 7Paginas