Este escenario, explican los especialistas, podría tener un impacto positivo en la disponibilidad hídrica de distintas zonas de la provincia, beneficiando tanto al agro como al abastecimiento urbano y la navegación.
En cuanto al comportamiento de los principales cursos de agua, el río Paraná muestra signos de recuperación sostenida en niveles de aguas medias bajas, producto del aumento del caudal proveniente del río Paraguay y un mayor aporte en ruta. Esta tendencia al ascenso se mantendría por lo menos durante las próximas dos semanas, e incluso podría prolongarse más allá.
El río Uruguay, por su parte, se mantiene en niveles de aguas medias a medias altas, y no se descartan nuevos repuntes en las próximas semanas. Este comportamiento está relacionado con el ingreso de frentes húmedos y la crecida de afluentes en el tramo medio del curso y en la zona de influencia del complejo Salto Grande.
En ese sentido, el director de Hidráulica y Obras Sanitarias de Entre Ríos, Oscar Pintos, destacó la importancia de estos informes para la planificación y prevención: “Estos datos nos permiten proyectar un panorama más preciso para la gestión hídrica en la provincia. El sostenimiento de los caudales, especialmente en el Paraná y el Uruguay, junto con las lluvias previstas, refuerzan la necesidad de un monitoreo constante y una planificación ante eventuales escenarios”.
Pintos también señaló que desde su área “se continúa trabajando en conjunto con el INA y el SMN en el seguimiento de las condiciones hidroclimáticas, lo que permite una mejor preparación para las distintas contingencias que puedan surgir en el territorio entrerriano”.
Con informacion de prensa provincial
Redacción de 7Paginas
