La medida se llevó adelante con conocimiento del juez de Faltas Rodrigo Bravo y el jefe de Inspección, Tránsito y Bromatología, Fabio Ferreyra, en cumplimiento con la ordenanza municipal que prohíbe la circulación de vehículos a combustión con elementos que superen los niveles sonoros permitidos.
Desde el municipio remarcaron que los caños de escape retirados no eran reglamentarios, generaban exceso de ruido y contaminación ambiental, afectando directamente la calidad de vida de los vecinos.
Al momento de incautar una moto con este tipo de irregularidades, se labra un acta de infracción y posteriormente el Juzgado de Faltas determina la multa correspondiente. Para recuperar el vehículo, el propietario debe presentar un escape homologado, que será instalado para asegurar el cumplimiento de la normativa vigente.
Desde la Municipalidad destacaron que esta acción forma parte de una política integral para preservar el bienestar y la tranquilidad de la comunidad, apelando a la conciencia ciudadana y al respeto de las normativas locales.