El planteo se apoya en la reunión del pasado sábado 8 de noviembre, donde —según el sector de Orduna— una mayoría simple del Consejo Departamental votó desplazarlo por “inconducta partidaria”. La acusación sostiene que Ruíz Díaz habría colaborado políticamente con la Lista Nº 50 del Partido Socialista – Entrerrianos Unidos, que lidera el exsenador Héctor Maya.
La carta remarca que ese accionar constituye una “grave indisciplina”, contraria al artículo 10 de la Carta Orgánica del PJ entrerriano, que exige disciplina interna y respeto a las decisiones partidarias, especialmente de parte de las autoridades. Además, se convoca a una nueva reunión para este viernes 14 de noviembre a las 18 horas, donde se asentará su renuncia o, en caso contrario, se procederá a elegir a un nuevo presidente.
Firmas en duda y una interna que se recalienta
El espacio que responde a Orduna afirmó que el pedido de renuncia cuenta con nueve firmas: Ana María Mengarelli, Fabián Adente, Andrea Brassat, Agustín Cáceres, Kevin Inda, Sabrina Mazariche Parody, Yanina Barbona, Carlos “Corcho” González y Facundo Pérez.
Sin embargo, información confirmada por 7 Páginas revela un escenario muy distinto.
Tanto Yanina Barbona, vicepresidenta del PJ Concordia, como Kevin Inda, negaron haber firmado el documento.
A esto se suma que Facundo Pérez, otro de los nombres incluidos, no es consejero titular, por lo que no tiene voz ni voto dentro del Consejo Departamental, lo que invalida su firma dentro del trámite partidario.
También genera controversia la inclusión de Carlos “Corcho” González, actualmente procesado en la causa por la venta ilegal de la Casa de los Músicos. En un allanamiento realizado en su vivienda, la Justicia encontró miles de dólares presuntamente vinculados a esa operación irregular. González es defendido legalmente por el propio Orduna, dato que agrega más tensión política a la interna.
Ruíz Díaz, sin sobresaltos
Frente a este panorama, Ruíz Díaz se mantiene firme en su cargo y, según indicaron fuentes cercanas, “muy tranquilo” respecto al intento de desplazamiento.
La combinación de firmas desmentidas, nombres sin legitimidad orgánica y el protagonismo de un dirigente procesado profundizó la crisis, que ahora se encamina a un capítulo decisivo en la reunión convocada para este viernes.
Con este panorama, el Justicialismo concordiense atraviesa uno de sus momentos más conflictivos de los últimos años, con una conducción dividida y acusaciones cruzadas que auguran una interna lejos de apaciguarse.