La situación del turismo en Entre Ríos durante esta segunda quincena del mes refleja una continuación de las tendencias observadas en la primera. Si bien el promedio de ocupación se mantiene estable en un 68%, diversas variables generan preocupación en el sector. Entre ellas, destaca la disminución del poder adquisitivo de los turistas, lo que impacta directamente en la actividad gastronómica, el aumento de ofertas de última hora, estadías más cortas y un mayor uso de tarjetas de crédito en cuotas. Este panorama deriva en menores ingresos y un gasto per cápita más bajo, afectando de manera significativa el sistema turístico provincial.
Disparidad en la ocupación
La ocupación varía considerablemente según el tipo de alojamiento. Los establecimientos de cabañas, bungalows y aparts muestran mejores números, especialmente aquellos que operan en la informalidad. Por otro lado, los hoteles registran menores niveles de ocupación. En contrapartida, los complejos termales con alojamiento dentro de sus instalaciones son los más elegidos, aunque también presentan una menor ocupación respecto al año pasado. Además, varios de estos complejos apenas generan ingresos adicionales mediante entradas para visitantes que no se hospedan en sus instalaciones, lo que contribuye a la baja rentabilidad general.
Entre Ríos, tierra de carnavales y fiestas populares
A pesar de las dificultades, Entre Ríos sigue destacándose como una provincia vibrante y colorida gracias a sus carnavales y fiestas populares. Estas actividades aportan un brillo especial a las localidades, atrayendo visitantes principalmente durante los fines de semana. Estos eventos, aunque importantes, no logran compensar por completo la caída en otros segmentos del turismo.
El desafío para la provincia es claro: encontrar estrategias que permitan revertir esta situación y fortalecer la actividad turística, que sigue siendo una de las principales fuentes de ingresos para la región.
Con datos de Leo Schey
Redacción de 7Paginas
